Comprar un piso es una decisión importante que requiere de una gran inversión económica. Para asegurarnos de que la vivienda que queremos adquirir sea nuestra, es común realizar un pago a cuenta o señal. En este artículo hablaremos sobre cuánto se suele pagar de señal para un piso y qué aspectos debemos tener en cuenta antes de realizar esta operación.
¿Qué es la señal en la compra de un piso?
La señal es un pago a cuenta que se realiza para reservar una vivienda y asegurarnos de que no sea vendida a otra persona. Este pago se realiza antes de la firma del contrato de arras, que es un documento en el que se establecen las condiciones de la compraventa y se fija el precio final de la vivienda.
¿Cuánto se suele pagar de señal?
El importe de la señal puede variar en función de varios factores, como el precio de la vivienda o la zona en la que se encuentra. En general, se suele pagar entre el 5% y el 10% del precio total de la vivienda. Por ejemplo, si el precio de la vivienda es de 200.000 euros, la señal podría oscilar entre 10.000 y 20.000 euros.
Aspectos a tener en cuenta antes de realizar el pago de la señal
Comprobar que el vendedor es el propietario legítimo de la vivienda.
Verificar que la vivienda no tiene cargas o deudas pendientes.
Asegurarse de que el precio de la vivienda es el acordado y que se incluyen todos los gastos asociados a la compraventa (notario, registro, impuestos, etc.).
Leer detenidamente el contrato de arras y asegurarse de que se incluyen todas las condiciones acordadas.
¿Qué ocurre si no se firma el contrato de arras?
Si no se firma el contrato de arras, el comprador perderá la señal entregada. Por ello, es importante que ambas partes estén de acuerdo en las condiciones de la compraventa antes de realizar el pago de la señal.
Conclusión
La señal es un pago a cuenta que se realiza para reservar una vivienda antes de la firma del contrato de arras. El importe de la señal suele oscilar entre el 5% y el 10% del precio total de la vivienda. Antes de realizar el pago de la señal, es importante comprobar que el vendedor es el propietario legítimo de la vivienda, verificar que no tiene cargas pendientes y leer detenidamente el contrato de arras.
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