El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico que se presenta en la infancia y se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, la impulsividad y la hiperactividad. Los niños y niñas que lo padecen tienen dificultades para realizar tareas que requieren concentración y organización, lo que puede afectar su desempeño en el ámbito escolar y social.
Uno de los aspectos más importantes en el TDAH son las funciones ejecutivas, que son un conjunto de habilidades cognitivas que permiten planificar, organizar, regular y controlar el comportamiento y las emociones. Estas funciones se desarrollan en la corteza prefrontal del cerebro y son esenciales para el éxito académico, laboral y social.
Funciones ejecutivas alteradas en el TDAH:
Las funciones ejecutivas se pueden dividir en diferentes habilidades, según el modelo de Barkley:
- Autocontrol: las personas con TDAH tienen dificultades para inhibir respuestas impulsivas y para controlar sus emociones. Esto puede manifestarse en comportamientos como interrumpir a otros, hablar demasiado o en momentos inoportunos, y tener dificultades para esperar su turno.
- Flexibilidad: los niños y niñas con TDAH pueden tener dificultades para adaptarse a los cambios en las tareas o situaciones, y para cambiar su estrategia cuando algo no funciona. Esto puede manifestarse en comportamientos como negarse a hacer una tarea que no les interesa, o insistir en hacer algo de una manera específica aunque no sea la más eficiente.
- Memoria de trabajo: las personas con TDAH pueden tener dificultades para mantener información en la mente mientras realizan otra tarea, lo que puede afectar su capacidad para seguir instrucciones o para recordar lo que leen.
- Planificación y organización: los niños y niñas con TDAH pueden tener dificultades para planificar y organizar sus tareas y actividades, lo que puede manifestarse en comportamientos como olvidar tareas escolares, perder objetos con frecuencia o no saber cómo empezar una tarea.
Estas dificultades pueden afectar el desempeño en diferentes áreas de la vida, como el ámbito escolar, laboral y social. Por ejemplo, los niños y niñas con TDAH pueden tener dificultades para seguir instrucciones en clase, para terminar tareas a tiempo o para mantener amistades. En el ámbito laboral, las personas con TDAH pueden tener dificultades para mantener la concentración en una tarea o para cumplir con plazos.
Conclusiones:
Las funciones ejecutivas son esenciales para el éxito en diferentes áreas de la vida, y las dificultades en estas habilidades son una característica importante del TDAH. Es importante que los niños y niñas con TDAH reciban apoyo para desarrollar estas habilidades, a través de estrategias como la terapia cognitivo-conductual, el entrenamiento en habilidades sociales y la terapia ocupacional. Además, es importante que los padres, cuidadores y profesionales estén informados sobre estas dificultades y sepan cómo apoyar a los niños y niñas para que puedan desarrollar todo su potencial.